Éste es mi nombre
El otro día le pasé mi dirección a mi tía y puse mi nombre completo: Marcela Reyes Ayala. Ella prosiguió a corregirme inmediatamente.
— No, no. Ese ya no es tu nombre.
La verdad es que yo no capté de inmediato, y le pregunté que a qué se refería, seguido por un: ‘¡Ahhhh!’ Claro. Tenía un mes de casada y ahora iba a ser Marcela ¿Trossman? La verdad es que de sólo escribirlo me da roña, y no porque me moleste el apellido del Jew, sino porque no es mi nombre, no me identifico como esa persona. Sí, estamos casados. Sí, hicimos un compromiso. ¿Eso significa que debo dejar de ser quién soy?
Vamos, que no quiero sonar tan dura y extrema, pero a eso me suena, eso representa para mí. Incluso antes de saber que yo era feminista, o que el feminismo existía, siempre se me hizo una cosa muy extraña perder mi nombre. ¿Quién sería esta nueva Marcela Trossman? That’s just weird. Cuando tenía menos de 10 años y veía a mi mamá firmar " Ayala de Reyes" yo pensaba: "¿Mi papá es dueño de mi mamá?" No entendía. Nunca he entendido.
Y luego acá en EE UU es más radical el asunto, porque tendría que deshacerme de ambos apellidos. Se tomaron muy literal aquello de “dejará a su padre y a su madre”. Yo no quiero negar mis orígenes, incluso acá que sólo usan un apellido insisto hasta el cansancio que usen los dos.
Habrá mujeres que decidan cambiarse el nombre y tomar el de su esposo, y está bien, creo que cada quién debe poder decidir esas cosas, es una cuestión personal; mi problema tiene que ver más con que todo mundo espera que lo haga, o asume que lo hice. Los regalos, sobres, cheques y demás que nos han hecho llegar van dirigidos a Mr. and Mrs. Trossman, o a D. and M. Trossman, y aunque aprecio muchísimo el gesto y el cariño, no puedo evitar sentir un twitch raro cuando veo un Mrs. Trossman.
Tardé muchos años en llegar aquí, pero me gusta mi nombre, y lo asocio con quién soy. Al ponerme otro nombre siento que estoy dejando una gran parte de lo que me hace yo, para convertirme en algo que nunca he querido ser.
El Jew y yo seguimos viendo si queremos o no tener un family name o cómo vamos a hacerle saber a los demás el hecho de que somos una familia –que no quiere hijos, sólo gatos–.
¿Ustedes qué hicieron? ¿Se cambiaron el apellido o fue su esposo? Dejen sus opiniones en los comentarios.